Oficinas Barclays en Zaragoza

C.Bari,11. Polígono Plaza Zaragoza. Zaragoza. 2005.
Primer Premio en Concurso.
Promotor: Barclays Bank.
Superficie construida: 27.763m2 (1ª fase) y 6.924 m2 (2ª fase).

LA IDEA. LEY DE CRECIMIENTO.

La propuesta que presentamos pretende dar respuesta, con racionalidad y claridad a un detallado programa de usos y crecimientos diseñado por la entidad promotora del concurso.

En este caso, además de las condiciones indispensables de un edificio de oficinas: funcionalidad, flexibilidad, sostenibilidad y supresión de barreras arquitectónicas, se añade un nuevo concepto, que se convierte en factor determinante de la propuesta: el crecimiento. La propuesta se desarrolla a partir de un esquema funcional aportado por la propiedad, que sintetizaba el crecimiento orgánico de tres piezas entorno a un centro de gravedad, sin duda un esquema inteligente en su ley pero que plantea una identidad formal innecesaria como punto de partida. Es necesario una estructura, previa a la forma, basada en leyes compositivas. Pensamos que la forma de un edificio es siempre objetiva y es el resultado de la expresión de su estructura interna. La forma bella se nos dará por añadidura. Basándonos en principios experimentados por las vanguardias del movimiento moderno, convertimos el esquema funcional de partida en una estructura compositiva que establece la ley de crecimiento de tres superficies entorno a un centro de gravedad. Es interesante la referencia de la casa de campo de ladrillo de Mies Van der Rohe (1924) donde el núcleo de la vivienda crece infinitamente, con la intención de fundirse en el paisaje, a través de una estructura compositiva formada por tres muros que se insertan en el núcleo de la vivienda, prolongando así, el espacio interior virtualmente hasta el infinito. La limitación del crecimiento de las superficies, marcada por los límites netos del solar, nos establece una segunda ley compositiva. Comparando la referencia anterior de la casa de ladrillo de Mies y un cuadro neoplasticista de Piet Mondrian, observamos que la estructura básica es idéntica en los dos ejemplos, diferenciándose en su relación con los limites. En el primer caso el crecimiento es ilimitado mientras que en la pintura de Mondrian el crecimiento queda intencionadamente limitado al encuadre del lienzo. Con el análisis de estas dos composiciones organizamos una estructura básica sobre la superficie de la parcela estableciendo la ley de posición y crecimiento de los tres edificios que forman el conjunto. Esta estructura compositiva permite establecer la coherente relación entre las partes y el todo dando una lectura clara y homogénea del edificio en sus distintas fases. La ley de crecimiento permite una gran flexibilidad de variaciones y posibilidades, adaptando las distintas fases de crecimiento y decrecimiento por segregación a las futuras necesidades de Barclays.

Las primeras aproximaciones al lugar son intuitivas, y surgen como reacciones del análisis del contexto, atendiendo a todos aquellos elementos que definen y organizan lo específico del emplazamiento: sus usos, su topografía, su ambiente, su clima, su escala, su geometría, sus distancias… entendiendo el conjunto de todos estos factores como un campo de intensidad, en el que la propuesta debe optimizar sus relaciones. La necesidad de la arquitectura como ordenadora del territorio y del paisaje es una oportunidad que pocas veces se presenta a la hora de proyectar. El objetivo de la propuesta, se centra en encontrar un sistema y una estructura de organización que genere una coherente y equilibrada articulación de las funciones del programa, sin caer en las rígidas estructuras funcionalistas. El sistema de ocupación del lugar tiene que ir incorporando, a los criterios de estructura y organización, factores sensoriales de ambiente que se traduzcan en agradables grados de percepción. La búsqueda de la calidad ambiental, retoma antiguas aspiraciones del hombre en su esfuerzo por establecer un equilibrio armonioso con la naturaleza. Planteamos en nuestra propuesta un modelo constructivo que recurra a sistemas pasivos de control medioambiental, siguiendo una estrategia sencilla que asocie ventilación natural e inercia térmica a los dispositivos de protección solar. La proximidad del río, nos lleva a tener la certeza de la existencia de nivel freático a poca profundidad. La abundancia de agua en el subsuelo deja de ser un inconveniente y se convierte en un elemento fundamental de la propuesta. La geometría se enriquece con los valores ambientales asociados al agua. La organización, basada en criterios orgánicos de desarrollo de una estructura horizontal de crecimiento ilimitado, nos permite combinar llenos y vacíos articulados en un sistema de mallas que forman las circulaciones. Los espacios se ordenan en torno a patios formando un complejo tapiz, en el que se alternan, láminas de agua, árboles de sombra y aromáticas. El exceso de edificabilidad, incompatible con el desarrollo de la estructura horizontal de crecimiento ilimitado, se compensa, con bloques lineales de desarrollo vertical, que se levantan del plano del suelo, para expresar su voluntad de no pertenecer a la misma. El contraste de crecimientos, horizontal y vertical, permite una clara identificación formal de las zonas, tan diferentes en su expresión como en su uso.