Second Home London Fields
Second Home London Fields
Mare Street125-127, Hackney, Londres 2019
Promotor: Second Home. Superficie construida: 1.812,98 m2.
Second Home London Fields se sitúa al este de Londres, en el barrio de Hackney, siendo en estos momentos uno de los barrios de moda de la ciudad. El antiguo barrio obrero East End, gris y marginal, ha ido transformado su imagen reconvirtiéndose en un foco alternativo de múltiples tendencias, gracias a la acogida de jóvenes diseñadores y artistas de clase media que no pueden permitirse los altísimos alquileres en el centro de la ciudad.
La llegada de Second Home a Hackney con su variado programa de coworking, espacios polivalentes de cesión gratuita, café, guardería etc. supone un nuevo punto para favorecer las emergentes actividades de la Comunidad Local.
Era objetivo del proyecto, en consonancia a la reconversión de Hackney, la adecuada adaptación al programa de SH de un edificio, bien situado, en Westgate Triangle frente al Broadway Market, pero que presentaba un marcado carácter heterogéneo, como consecuencia de la profunda transformación que sufrió el edificio original. El antiguo teatro Morly House, construido en 1.800 durante el periodo del revival, perdió su frontal y por lo tanto su fachada historicista durante un bombardeo en la segunda guerra mundial. En los 60´s se construyó sobre las ruinas del antiguo teatro un nuevo volumen de cuatro alturas, creando una nueva fachada al estilo del lenguaje contemporáneo de la época.
La adaptación del edificio al programa y a la reconversión de Hackney, se centró en dos intervenciones básicas: en primer lugar la fachada, esta debería significar y mostrar un nuevo punto de referencia, una muda de imagen de lo tradicional a la tendencia. Y en segundo lugar, un interior diferente, aplicando la “teoría de la ilusión”, la cual nos permite escapar del aburrimiento común. El variado programa y espíritu innovador de SH permitía enormes posibilidades, combinadas con la puesta en valor de los escasos elementos originales del antiguo teatro.
La fachada fue un largo proceso, en un principio se desarrollaron propuestas con una cierta carga de utopía; la idea de realizar una fachada velada estaba desde el inicio. Siempre me ha parecido muy poética la historia del velo de Popea, segunda esposa del emperador romano Neron; según narra Tacito en sus Historias, era una mujer con un rostro de extraordinaria belleza, que siempre tapaba con un tul de seda blanca para provocar el deseo de ver lo que sutilmente escondía. La idea del velo nos lleva hacia una imagen con interpretación múltiple, el acto de la mirada no se agota en un momento ni se limita a la mera confirmación de las apariencias.
La veladura de la fachada pasó por un proceso de diferentes materialidades, surgió la referencia del Aviario de Cedric Price en Londres, una simple malla metálica tensada por una ligera estructura de soportes en su interior, genera una sugerente y sutil transparencia al filtrar la mirada por la casi imperceptible obstrucción de la malla. La idea se descartó porque la sutileza de esta veladura necesita el vacío del aire como fondo.
Finalmente nos decidimos por realizar la veladura con una membrana de ETEF; su transparencia más opaca funcionaria mejor frente al sólido volumen que pretendía esconder. Para dar forma a la membrana, la intuición, aprendida de los procesos experimentales de Frei Otto, nos permitió ir modelando una topografía generada por la tensión de puntos rígidos situados al azar. Me refiero a la intuición, para entender y aclarar, que las referencias nunca se deben aplicar de forma literal, siempre conviene ir al origen de la idea, es la única manera de no perder la originalidad.
El reto se centraba en resolver técnicamente las ideas, un largo trabajo con especialistas. Nos encontrábamos con un primer problema, en las membranas de Frei Otto, generalmente diseñadas para ser cubiertas, los puntos de tensión que generan la Forma se producen por acciones opuestas a la fuerza de la gravedad. En este tipo de modelos, las curvaturas de la superficie se van generando por deformaciones naturales debidas al ligero peso de la membrana, limitándose el campo teórico de observación a un solo plano, el vertical. Cuanto mayor es la tensión en un punto, la reacción hace aumentar el rango de curvatura que se genera en la superficie, existiendo siempre una relación dimensional entre la fuerza aplicada, la reacción de la gravedad y la flecha de la curvatura. De forma muy simplificada podríamos decir que el propio peso de la membrana, bajo la acción de la gravedad, va modelando la superficie de forma natural con el simple hecho de aplicar sobre ella puntos de tensión.
En nuestro caso, al estar la membrana en posición vertical, la fuerza de la gravedad deja de ser una acción aliada para generar la Forma de la superficie, nuestras curvaturas se tenían que formar en un plano transversal a la gravedad, y por lo tanto debíamos anularla. Cuando antes me refería a la intuición, y que las referencias hay que aplicarlas yendo a su origen, significa que en este caso teníamos que poner nuestro punto de observación en la Naturaleza, en definitiva, en el origen de las membranas de Frei Otto. ¿Por qué las telas de araña, por razón de eficacia suelen estar dispuestas en posición vertical, y como trabajan sus superficies frente a la acción de la gravedad y el viento?
Su observación y análisis, añadido a la intuición aprendida de Frei Otto, nos permitió generar una geometría de regiones; en el centro de gravedad de cada región se situaba el punto de tensión, y como en una tela de araña, de forma radial, podíamos ir modelando las líneas de curvatura de la superficie y los patrones de la membrana.
Fue también muy interesante el proceso de anular la acción del viento y la gravedad, para ello, se diseñó un ingenioso sistema de estructura tridimensional, unos trípodes de gran ligereza que formaban a la vez el anillo de tensión en el centro de gravedad de cada región, transmitiendo las cargas de viento y la acción de la gravedad hacia los elementos resistentes del edificio. Un ingenioso juego de descomponer las fuerzas que actúan sobre la membrana en múltiples direcciones, optimizando su dimensionamiento y aligerando su peso.
En la intervención interior trabajamos con especial atención la relación entre el espacio y la calidad ambiental de su uso, y como este influye en su forma de vivirlo, en definitiva, ir más allá de la superficial y común codificación que el funcionalismo ha otorgado al espacio convencional.
Es una constante en el espíritu de SECOND HOME, todo aquello que tiene que ver con la fantasía, invención y fabricación; la ligereza y la fragilidad, la transparencia, la luz y el color, y la referencia de la Naturaleza. Trabajar con una tectónica natural permite abordar el entendimiento de la lógica entre la forma de la naturaleza y la lógica sintética de la geometría. Nos interesa la tectónica de la naturaleza frente a la inercia, la gravedad y los espacios rígidos, la arquitectura como una forma de ver o la esencia de la percepción.
Como en el paisaje Natural, en el que no existe un punto de vista único, nos interesa mostrar que el espacio es relativo a la percepción.
En London Fields hemos hecho un intento de explorar con el paisaje, con la expresión plástica que desde nuestra sensibilidad y experiencia parece que da lugar a otros espacios, fenómenos, quizás naturales, de otra escala. El espacio se convierte así en una experiencia de atmosfera, de paisaje.
Los espacios están constantemente abiertos al todo del edificio, pero a la vez permiten la individualidad de los diferentes usos, para poder reconocer un ámbito de espacio propio, formando regiones acotadas. Para lograr esto, los diferentes sub-espacios se configuran con el mobiliario, las plantas y células aisladas mediante mamparas transparentes. Estos elementos permiten que los diferentes usos y actividades se vayan limitando mediante contracciones y dilataciones espaciales, con un sencillo gesto, el espacio se auto-organiza en infinitas posibilidades.
El conjunto del espacio y cada una de sus partes tienen el mismo valor, y por lo tanto la sensación de falta de jerarquía permite
que el espacio vaya cambiando continuamente como en un paisaje natural.
La articulación formal-organización espacial puede atender a un número infinito de formas, con una idea clara del límite, entendiendo que no es aquello donde algo se detiene, sino algo desde donde lo que parece acabar comienza de nuevo. Frente al concepto del espacio convencional cartesiano –límite y fin, proponemos la relación activa entre la forma y el vacío que ocupa.
La luz siempre presente se intensifica por zonas, así la percepción continuamente cambiante del edificio, no solo en el recorrido sino también en el tiempo, lleva a perder la noción de encontrarse en un equipamiento concreto para más bien despertar la conciencia de estar en medio de un paisaje vivo.
En definitiva trabajar atentos al espíritu innovador de Second Home, resuelto con gran eficacia y claridad en sus dos edificios precedentes, Hanbury Street y Holand Park, buenos ejemplos para comprender lo que significa la desaparición de la rigidez y la evidencia, y descubrir así, que la poética reside en la percepción.